Gusto y obligación

Gusto

Gusto y obligación Por Andrés González Arias El buen servidor público tiene, por lo regular, su permio. Y esto es – también por lo regular – volver a repetir en el cargo o bien, escalar el siguiente peldaño. Para lograr esto, pueden coincidir en uno sola, varias virtudes: el gusto por el servicio público, pero también la obligación por el bien hacer el trabajo, encargo del ciudadano. Pero, ¿Por qué viene esto al caso? Gusto, Gusto, Gusto, Gusto, Gusto, Gusto, Gusto Cuando estamos en la antesala de los destapes para…

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La pesada agenda

La pesada

La pesada agenda, por Andrés González Arias. El servidor público – el buen servidor público – tiene una actividad demandante; que exige vocación, oficio y una altísima dosis de humildad. El buen trato con los ciudadanos es obligado, porque son, además, los que cubren sus honorarios. Por eso a los servidores públicos se le llama también “mandatarios”, palabra que significa que “son mandados” y no los que mandan. La pesada, La pesada, La pesada, La pesada, La pesada, La pesada, La pesada, La pesada, La pesada, La pesada, La pesada,…

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