Reformando al Poder Judicial
Desde la Izquierda, Por: Ulises Gómez de la Rosa.
Lunes 22 de julio del 2024.
Reformas a la Constitución han habido todas, muchas de ellas trascendentales para la vida pública de nuestro país emparejadas a momentos históricos que fueron parteaguas en el desarrollo de la vida pública del gobierno. El Fobaproa, la reforma energética, la renovación de la Corte, son solo algunos ejemplos, entre muchas otras más que fueron operadas en los sótanos del poder, entre las élites y grupos de facto que controlaban al país que fueron defendidas a capa y espada por un PRI y un PAN que actuaron a espaldas de su propia militancia sin que mediara consulta alguna y mucho menos que se le preguntare al pueblo.
La Reforma al Poder Judicial ha levantado ámpula, es defenestrada por esos grupos de poder que controlan la Suprema Corte, intereses particulares que evaden la justicia, que no pagan impuestos o los grandes corporativos que se encuentran enfrentados entre sí, de ahí que la estadística resulte cruel, hay más tesis sobre impuestos y proporcionalidad tributaria, derechos de propiedad y libre mercado que las que se refieren a salud, educación, vivienda o el derecho al agua. La proporcionalidad es de no creerse, de más de 258 mil tesis sólo cerca de 300 corresponde a estos últimos temas y más de 15 mil a las otras.
La desproporcionalidad de los asuntos ventilados en la Corte nos da un norte muy preciso del porqué se requiere un reforma que atienda de manera equitativa el acceso a la justicia. El reajuste pasa por supuesto, no solo por temas procesales en los cuales los tiempos se cuelgan y pasan años para que alguien tenga justicia pronta y expedita como lo marca la Constitución, sino por la necesidad de reformar un poder que tenga autocontroles, sin excesos y democratizado a fin de que alcance una legitimación en sus resoluciones.
La percepción ciudadana es que tenemos un Poder Judicial alejado del pueblo dominado por el tráfico de influencias, no es una apreciación subjetiva, nadie confía en los jueces, de ahí que se requieran mecanismos nuevos para garantizar la rendición de cuentas, una administración fiscalizable y sanciones a los juzgadores sin pasar por alto la elección de Ministros, Magistrados y Jueces, y la sustitución del Consejo de la Judicatura por un tribunal de Disciplina y un Órgano de Administración.
En 1995 Ernesto Zedillo dio un golpe de Estado al renovar a la Corte; de un plumazo sustituyó a 26 Ministros y dejó al país un mes sin SCJN. Entonces no se escucharon las voces de corrupción, tráfico de influencias, compadrazgos, plagios de tesis, liberación de cuentas bloqueadas a narcotraficantes, etc. La sumisión que tuvo Zedillo de la Corte fue total, nombró a 11 incondicionales con la ayuda del PAN y no se consultó a nadie para tal efecto, fue una decisión unilateral del poder.
Hoy la reforma pasa por otros filtros, guste o no, esta pasa por asambleas informativas donde por lo menos el pueblo está informado y millones alcanzan a comprender la trascendencia de renovar a la Corte. Hoy no existen los foros del pasado que eran reservados para notables y una clase política corrupta que en banda aprobaban las reformas planteadas por el Presidente sin discusión alguna. Hoy el mismo Poder Judicial tiene la oportunidad de manifestarse, de proponer en una metamorfosis que está en marcha, que ha sido ampliamente difundida y de ser partícipes de la reforma con la posibilidad de elegirse. Cambiar o morir esa es la cuestión.
Reformando, Reformando , Reformando , Reformando
Ulises Gómez de la Rosa
Presidente Estatal de Acción Sí AC / Mis redes : ulisesgrmx@yahoo. com.mx Facebook @Ulises Gómez R / Twitter @Ulisesgrmx
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