Científicos en Texas lograron revivir al lobo terrible tras 12,000 años extinto usando ADN fósil.
Los científicos reviven al lobo terrible. Una especie que se extinguió hace unos 12 o 13.000 años.
Los primeros cachorros —Romulus, Remus y Khaleesi— viven en una reserva de 2,000 acres en el norte de Estados Unidos.
En un hito para la biotecnología, científicos han anunciado el nacimiento de los primeros lobos terribles (Aenocyon dirus) recreados mediante ADN antiguo. Esta especie, que se hizo famosa por “Game of Thrones”, se extinguió hace más de 12 000 años, fue recuperada utilizando técnicas avanzadas de ingeniería genética, marcando un paso significativo en el campo de la desextinción.
Los lobos terribles han vuelto: cómo la ciencia revivió a una especie extinta hace más de 12 000 años
Durante más de diez mil años, el Aenocyon dirus (anteriormente identificado como Canis dirus), conocido popularmente como “lobo terrible”, vivió únicamente en fósiles, leyendas y series como Game of Thrones (Juego de Tronos).
Hoy, gracias a una hazaña sin precedentes en la biotecnología, estos imponentes depredadores han regresado al mundo real. Lo que parecía ciencia ficción ahora es una realidad científica.
El anuncio fue hecho por Colossal Biosciences, una empresa estadounidense especializada en biotecnología y conservación, que ha estado trabajando en la des-extinción de especies como el mamut lanudo y el tilacino. Su más reciente logro: el nacimiento de tres cachorros genéticamente modificados para replicar fielmente las características del lobo terrible. En la siguiente imagen se aprecia a dos de los cachorros.
Pero ¿cómo se logra algo tan extraordinario?
El proceso comenzó con la extracción de ADN de restos fósiles de Aenocyon dirus, recuperados de depósitos que datan de entre 11 500 y 72 000 años.
Los investigadores secuenciaron el genoma completo de esta especie y lo compararon con el del lobo gris (Canis lupus), su pariente vivo más cercano. Utilizando la tecnología CRISPR, modificaron células de lobos grises para incorporar genes específicos del lobo terrible, como los que determinan su mayor tamaño y fuerza mandibular.
Estas células modificadas fueron implantadas en óvulos caninos sin núcleo, y luego transferidas al útero de madres sustitutas especialmente seleccionadas para el proceso.
El resultado: en octubre de 2024 nacieron Romulus, Remus y Khaleesi, tres crías que no solo se parecen físicamente al lobo terrible, sino que también presentan comportamientos y patrones genéticos compatibles con la especie extinta.
Actualmente, estos ejemplares se encuentran en una instalación controlada en el norte de Estados Unidos, bajo estricta supervisión. Un video reciente muestra a los cachorros aullando, lo puedes ver haciendo clic aquí.
El lobo terrible fue un depredador dominante del Pleistoceno, con un peso de hasta 70 kilos y una estructura ósea adaptada para cazar presas grandes, como bisontes y équidos prehistóricos. Sus dientes especializados le permitían triturar huesos, una característica que lo distinguía de los cánidos modernos.
Sin embargo, los cachorros nacidos recientemente son híbridos genéticos, no réplicas exactas, debido a la degradación típica del ADN antiguo. Los científicos están estudiando su desarrollo para determinar hasta qué punto reflejan los rasgos de sus ancestros extintos.
El debate ético también cobra relevancia. Mientras algunos defienden la desextinción como una forma de reparar la biodiversidad perdida, otros cuestionan si es prudente invertir en revivir el pasado en lugar de proteger especies actuales en riesgo.
La empresa responsable Colossal Biosciences, con sede en Texas, asegura que su objetivo no es jugar a ser dioses, sino desarrollar herramientas que puedan utilizarse para conservar especies en peligro de extinción y restaurar ecosistemas perdidos.
A largo plazo, esperan que estas técnicas puedan aplicarse también en la medicina regenerativa y en la protección de la biodiversidad.
Este avance resalta el potencial de la ciencia para reconectar con el pasado, pero también sus complejidades. Por ahora, lo cierto es que la historia ha cambiado. El lobo terrible, símbolo de una era perdida, ha regresado. No como un mito, ni como un recuerdo del pasado, sino como un testimonio viviente de lo que la ciencia moderna puede lograr.
Un investigador sostiene a dos cachorros de lobo con genes de lobo terrible. (Créditos: Biociencias colosales)