Te mareas por una una descoordinación sensorial del sistema vestibular ubicado en el oído interno
Imagina que vas leyendo en el auto y, de pronto, el estómago se revuelve, el sudor frío aparece y la vista se nubla. No estás solo. Millones de personas sufren de mareo por movimiento, una reacción del cuerpo cuando el cerebro recibe señales contradictorias del entorno.
Este fenómeno, aunque antiguo, ha cobrado relevancia en la era moderna, donde los viajes frecuentes y la realidad virtual son parte de la vida cotidiana. Ya no se limita al mar: automóviles, trenes, aviones e incluso videojuegos pueden dispararlo.
La raíz del problema: el cerebro en conflicto
Según especialistas como Christian Moro y Felicity Smith, el mareo surge de una descoordinación sensorial. El sistema vestibular, ubicado en el oído interno, detecta movimiento. Pero si la vista dice lo contrario —como al leer en un vehículo—, el cerebro entra en confusión.
Lo curioso es que algunas personas con daño vestibular no sufren este mareo, lo que demuestra su importancia en el equilibrio. Por eso, también ocurre al usar gafas de realidad virtual: los ojos perciben desplazamiento, pero el cuerpo está inmóvil.
¿Quiénes se marean más y por qué?
Estadísticamente, las mujeres tienen más probabilidades de marearse, en parte por razones hormonales. Los niños entre 6 y 9 años son especialmente sensibles, aunque el mareo disminuye al llegar a la adolescencia. También las personas con migrañas o vértigo tienen más riesgo.
Otro factor es el rol durante el viaje: quien conduce raramente se marea porque anticipa los movimientos, a diferencia del pasajero, que no tiene control y recibe señales inesperadas.
Los nuevos culpables: autos eléctricos y videojuegos
Con la llegada de vehículos eléctricos y autónomos, el mareo ha tomado nuevas formas. Las aceleraciones repentinas y la ausencia de ruido —que normalmente ayuda a anticipar el movimiento— contribuyen al malestar.
En el mundo digital, los videojuegos y la realidad virtual causan cibermareos por el mismo principio: una desconexión sensorial. Esto se vuelve más común a medida que las experiencias inmersivas ganan terreno.
Cómo prevenir el mareo: estrategias útiles
Afortunadamente, hay varias formas de reducir o evitar el mareo por movimiento:
Fijar la vista en el horizonte o en un punto estable
Evitar leer o mirar el celular durante el viaje
Sentarse en el asiento delantero o, si es posible, conducir
Asegurar buena ventilación y evitar olores fuertes
Usar música relajante o técnicas de respiración
Para casos más severos, existen antihistamínicos y parches transdérmicos, pero siempre deben ser indicados por un médico. El jengibre y las pulseras de presión también se han popularizado, aunque la evidencia científica aún es limitada.
¿Se puede entrenar el cuerpo contra el mareo?
Sí. Con la exposición repetida a las situaciones que lo generan, el cuerpo puede desarrollar tolerancia. Es lo que ocurría con los marineros veteranos, quienes con el tiempo dejaban de marearse. Este proceso se llama habituación.Incluso se cree que el mareo podría tener un origen evolutivo: una forma primitiva de protegernos de ambientes tóxicos o inestables. Lo cierto es que, con conocimiento y prevención, podemos volver a disfrutar de los viajes… reales o virtuales.
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